25N – Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer

El próximo 25 de noviembre, como cada año desde 1981, se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer como forma de denuncia de todas las violencias que sufrimos las mujeres. En ese día se reclaman acciones políticas para luchar contra todas estas violencias, se denuncia la invisibilización de las mismas y se recuerda a las víctimas.

¿Dónde se originó el 25N?

En 1981, el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe fijó este día para la concienciación sobre la violencia contra las mujeres en conmemoración de tres activistas dominicanas, las hermanas María Teresa, Minerva y Patria Mirabal, que fueron brutalmente asesinadas el 25 de noviembre de 1960 bajo la dictadura de Rafael Trujillo Molina.

Un año antes, en 1980, la II Conferencia Mundial sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer señaló que la violencia contra la mujer es el crimen más silenciando de la historia. Trece años después, en 1993, la Conferencia Mundial de los Derechos Humanos reconoció por primera vez los derechos de la mujer como parte de los Derechos Humanos. El 17 de diciembre de 1999, la Asamblea General de las Naciones Unidas lo instauró de forma oficial.

¿Qué tipos de violencia existen?

A priori se podría entender que solamente se habla de violencia física hacia las mujeres: maltratos, palizas, asesinatos. Pero la realidad es que existen muchos otros tipos de violencia en nuestra sociedad que están tan presentes como invisibilizados: la violencia verbal, psicológica, emocional, económica, sexual, vicaria, institucional, discriminación social, educativa y laboral… El machismo instaurado sigue vulnerando los derechos humanos de las mujeres, nos sigue amenazando, intimidando, coaccionando. Sigue atentando contra nuestra dignidad. El patriarcado nos sigue matando. Y prueba de esto serían los muchísimos (demasiados) casos de violencia machista que conmueven al movimiento feminista y a la sociedad año tras año.

Ana Orantes, por ejemplo, denunció la tortura que había sufrido durante cuarenta años por parte de su exmarido en un programa de televisión, porque no existían leyes que reconocieran a las mujeres víctimas de la violencia machista y sus intentos de denuncias a través del sistema judicial fueron totalmente ignorados. 

Trece días después de su testimonio público, el 17 de diciembre de 1997, José Parejo (su exmarido) la golpeó, la ató a una silla, la roció de gasolina y le prendió fuego quemándola viva.

El caso de Ana Orantes supuso un antes y un después en las leyes contra la violencia machista en España. Fue la primera víctima reconocida (que no contabilizada) en nuestro país, ya que no fue hasta 2003 cuando se comenzaron a registrar los feminicidios de forma oficial. Desde 2003 hasta hoy son más de 1.100 las mujeres asesinadas. Y quién sabe cuántas más mujeres fueron antes de ellas, el patriarcado se ha encargado de ocultarlo, ningunearlo y normalizarlo. 

Ana Orantes fue la fuerza que unió a miles de mujeres para organizarse contra la violencia machista, consiguiendo reformas legislativas y la aparición de leyes que reconocen que se nos mata sólo por ser mujeres. Es una violencia estructural contra las mujeres. No son casos aislados. El machismo duele y mata y es tarea de todas gritarlo y denunciarlo hasta que cese.

Para combatir el machismo, feminismo.

Hoy, el machismo sigue ejerciendo sus violencias constantemente contra nosotras y exigimos su fin. Las Instituciones tienen que actuar con leyes que condenen todas las violencias machistas, los agresores tienen que ser juzgados y condenados, y las víctimas tienen que ser reconocidas como tales. 

Por eso, no pararemos hasta conseguir una educación no sesgada que será el pilar para acabar con esta lacra. Las escuelas, como entorno de socialización y educación de las niñas y niños, tienen que garantizar la igualdad real y la no discriminación, así como educar en la no violencia con planes de estudios pensados para ese fin con una perspectiva de género.

Para que ninguna de nosotras tenga que sentir pánico ni temer por nuestras vidas, para que el patriarcado deje de culparnos de las múltiples y variadas agresiones que sufrimos y se centre en los verdaderos culpables: los agresores. La única manera de acabar con el machismo es luchando unidas contra él, porque juntas somos invencibles.

¡STOP VIOLENCIA MACHISTA!

 #25Nn #DíaInternacionaldelaEliminacióndelaViolenciacontralaMjer #stopviolenciamachista #niunamás #niunamenos #nosqueremosvivas #niunpasoatrás #luchafeminista #feminicidios #stopmachismo #violenciainstitucionalizada #víctimasviolenciamachista